Con el éxito que tuvieron las de niña no quisimos perder el ritmo y decidimos seguir haciendo camisetas con trocitos de tela pero... con el paso de los días, y teniendo en cuenta que nuestra carta a la embajada de china solicitando 20 abnegados trabajadores no tuvo buena acogida... hemos tenido que poner mucha más energía de la que pensábamos en un principio para terminarlas, y sinceramente, si no fuera por la ayuda de mi madre y de mi abuela, esto sería casi casi imposible.
El que sea difícil hacerlas hace que nos guste aún más el resultado y ... el esfuerzo mereció la pena. En fin, biquiños para Aurora y Pilar... y para todos lo que nos leen.
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